La ONU activa la observación por la muerte de tres niños, al parecer por militares

EFE, 30 de octube de 2010

La ONU observa "detalladamente" la investigación que se sigue por la muerte en el noreste de Colombia tres hermanos, dos niños y una niña, que también fue violada, caso en el que al parecer están vinculados militares.

El Delegado en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Christian Salazar, aseguró hoy que una delegación de ese organismo se encuentra en el municipio de Tame, departamento de Arauca, donde se produjo el hecho.

Indicó que las primeras investigaciones confirmaron que la niña de 14 años fue violada y luego la asesinaron junto a sus otros dos hermanos de 6 y 9 años, caso del que la comunidad acusa a un grupo de militares que estaba en la zona el pasado 14 de octubre.

"Por la gravedad del hecho, una delegación de las Naciones Unidas se trasladó hasta el municipio para observar detalladamente lo que sucedió", dijo Salazar a periodistas.

El vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, celebró por su parte la observación internacional del caso y señaló que el asesinato de la niña y sus dos hermanos solo puede producir "vergüenza".

"Vergüenza al Estado colombiano, a la sociedad, ante todos los niños y las niñas cuyos derechos de acuerdo a la Constitución son prioritarios", dijo.

Agregó que según informaciones de la fiscalía al parecer las mismas personas investigadas (militares) están vinculadas a casos de violación de otras niñas de esa localidad.

"Respaldamos todas las iniciativas del fiscal de llevar esta investigación a fondo. Ojalá se tomen medidas de manera pronta porque se trata de un delito de lesa humanidad", subrayó al indicar que si se comprueba la participación de militares debe caer sobre ellos todo el peso de la justicia.

"Que sean sancionados drásticamente, repudiados por la población y que pidan perdón, le han hecho gran daño al Estado colombiano y a la sociedad colombiana", puntualizó.

La niña y los dos niños eran hijos de una pareja campesina y desaparecieron el pasado 14 de octubre en Caño Tembladores (Tame).

El caso fue denunciado por el padre de los menores, José Álvaro Torres, y la búsqueda activada llevó al descubrimiento de una fosa común con los cadáveres.

Torres denunció que Jenny, Jimmy y Jeferson, sus hijos de 14, 9 y 6, respectivamente, murieron apuñalados, mientras que la niña había sido también violada.

La desaparición de los niños coincidió con la retirada de una brigada móvil del Ejército que se había establecido días antes en la zona.

Unos setenta militares conformaban esta unidad y, por orden de sus superiores, todos fueron trasladados a Arauca, la capital homónima del departamento, donde quedaron a disposición de los inspectores de la fuerza y de los investigadores de la fiscalía, que tomaron muestras de ADN a estos uniformados, entre otras pruebas.

Según versiones periodísticas, los funcionarios de la entidad judicial también hallaron "rastros de sangre" en morrales de los militares.