Concentración en Madrid por la salida política al conflicto interno colombiano

Partidos políticos y organizaciones sociales han convocado una concentración en Madrid para pedir la salida política al conflicto interno que sufre Colombia. Será el 20 de abril a las 19:30 horas, frente a la embajada de Colombia (Pº Gral Martínez Campos, 48). En un manifiesto hecho público, las organizaciones convocantes valoran como un paso real para la consecución de la paz las liberaciones de militares y policías presos por parte de las FARC-EP, y piden al Estado colombiano que actúe también en esa dirección, estableciendo una comisión de verificación sobre la situación de los presos políticos y de guerra. En el manifiesto se saluda la iniciativa de la Marcha Patriótica como un nuevo modelo, se llama a seguir denunciando las violaciones de los derechos humanos y a romper el cerco mediático que criminaliza toda acción política opositora en Colombia, y se recuerda que es el pueblo colombiano quien tiene la llave de la paz.
El siguiente es el manifiesto completo:

                    LA LLAVE DE LA PAZ LA TIENE EL PUEBLO COLOMBIANO
Desde la Solidaridad con Colombia saludamos como un hecho real más para la consecución de un escenario de paz, la liberación de los últimos militares y policías prisioneros por parte de la guerrilla de las FARC-EP. Este tipo de acciones unilaterales, unido a la disposición de no realizar más retenciones con fines económicos alivian las consecuencias de la larga guerra que desangra al país. A pesar de que la realidad y las ansias de resolución del conflicto son claras en la sociedad colombiana y en la comunidad internacional, el Estado colombiano persiste en el negocio de la guerra, como lo demuestra la discusión sobre el Fuero militar, el incremento de 20 mil efectivos del ejército (el más numeroso de América Latina) o los recientes bombardeos en Villavicencio, zona donde se efectuaron las ultimas liberaciones por las FARC.
Entendemos que no se pueden solicitar gestos infinitos sólo a una de las partes, en concreto a la insurgente, mientras el Estado continua siendo responsable directo de masivas violaciones de los derechos Humanos de la población colombiana y del DIH respecto a la población civil, a la vez que responde con nueva sobjecciones e impedimentos a cada gesto de paz de la insurgencia. La insurgencia, así como otros sectores de la oposición, nacen de la legítima rebeldía a un modelo político, social y económico responsable de convertir a Colombia en uno de los países mas inequitativos e injustos del mundo y en el que no se hayan abordado las cusas de un largo conflicto que tiene ya más de 60 años. Ese no es nuestro concepto de resolución de conflictos, ni por supuesto el que traerá una paz justa y duradera.
Es fundamental como un primer paso que allane el camino, la creación de una comisión de verificación sobre la situación de los presos/as políticos y de guerra, que garantice el acompañamiento internacional y pueda visitar las cárceles en las que se encuentran recluidos mas de 9000 presas y presos políticos y de guerra (sólo entorno a 800 pertenecen a la insurgencia armada) en condiciones infrahumanas, padeciendo graves violaciones de los derechos humanos que son constantemente silenciadas. La negación del estatus de presos políticos o de la propia existencia del conflicto es algo que cae por su propio peso para cualquier persona medianamente enterada de la realidad colombiana.
El presidente Santos tiene que saber que la llave para la paz no la tiene él ni su política represiva y militarista, que fracasa en su intento de prolongar el sufrimiento de su propio pueblo. La llave para la paz la
tienen las clases populares, el campesinado, los y las trabajadoras colombianas que luchan día a día contra un sistema injusto que condena a la miseria a las grandes mayorías sociales. Será la acumulación de fuerzas en todos los ámbitos del espectro político y social, lo que empujará y obligará a la oligarquía colombiana hacia la negociación por la paz. Pero no por una paz cualquiera, como un término absoluto y aséptico, sino como una Paz con mayúsculas, que resuelva las raíces profundas del conflicto social, político y armado en Colombia. Una paz que significa independencia, dignidad, igualdad, justicia, respeto por los derechos políticos y sociales de las capas populares, a la vez que la mejora de sus condiciones de vida.
Como parte integrante de la solidaridad internacionalista hacia Colombia, llamamos a redoblar esfuerzos en la tarea de denuncia de las violaciones de los Derechos Humanos y del DIH por parte del Estado, las clases
oligárquicas y sus brazos narco-paramilitares, que siguen masacrando impunemente a pesar de la negación del discurso oficialista. Es necesario romper el cerco mediático que criminaliza toda actividad política opositora en nuestros espacios de actuación, para ser útiles desde fuera a un futuro proceso negociador.
Persistimos, y seguiremos haciéndolo, en que la única salida posible al conflicto interno pasa por la solución de las causas estructurales socio-económicas que han llevado al surgimiento de las diferentes resistencias populares, en sus expresiones estrictamente políticas o también político-militares. En este sentido, saludamos la iniciativa de la Marcha Patriótica como instrumento popular hacía un nuevo modelo, basado en el anti-imperialismo, la soberanía y la justicia social, animando a que se extienda la propuesta por todos los rincones del planeta.
¡POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA¡
¡POR LA SALIDA POLÍTICA AL CONFLICTO INTERNO!
¡POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!
¡LIBERTAD PARA LOS PRESAS Y PRESOS POLÍTICOS!
¡VIVA LA JUSTA RESISTENCIA DEL PUEBLO COLOMBIANO!

Firman:
Izquierda Unida, Izquierda Anticapitalista, Partido Comunista de Colombia - Madrid, Partido Comunista de España, Partido Comunista de España (marxista-leninista), Plataforma de Solidaridad con Colombia (ACP Estrella Roja, Asociación Solidaridad Derechos Humanos Colombia, Colectivo 26 de Julio, Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba, Iniciativa Comunista, Partido Comunista de los Pueblos de España), Plataforma Justicia por Colombia.