INFORME "Rompiendo el silencio. En la búsqueda de los desaparecidos en Colombia"

13 de diciembre de 2010 Oficina de EE.UU. sobre Colombia y el Fondo de Educación del Grupo de Trabajo para América Latina (LAWG)
 
"Colombia tiene uno de los índices de desapariciones forzadas más altos del mundo. Ante la palabra "desapariciones" en el contexto de América Latina, la mayoría de la gente piensa solamente en Chile, donde 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas, o en Argentina, donde 30.000 personas fueron desaparecidas durante la "guerra sucia". Pero información reciente está develando las trágicas dimensiones de los desaparecidos de Colombia".

"Es poca la atención que se presta a las desapariciones en Colombia. La razón de ello podría ser simplemente porque el número de víctimas de asesinatos, masacres, homicidios y bajas en combate-en los que existen cuerpos- es tan alto que las desapariciones quedan fuera del foco de interés. La habilidad del gobierno en proyectar una imagen de éxito también ha contribuido para que las desapariciones, junto con otros abusos de derechos humanos, sean menos visibles. El hecho que el conflicto siga activo dificulta prestarle atención a un crimen donde las pruebas son invisibles por definición. La reacción del gobierno colombiano y de la comunidad internacional ante el problema de las desapariciones ha sido retardada e insuficiente, incluso en comparación con los limitados programas y recursos legales de los que disponen otras víctimas del conflicto. Desde 2007, el gobierno colombiano viene mejorando el proceso mediante el cual se registran las desapariciones forzadas en el país. A medida que los casos nuevos y viejos se van registrando en una base de datos consolidada, los números se elevan dramáticamente mes a mes. Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000 desapariciones, cifra que incluye a personas desaparecidas que podrían estar vivas, en tanto que la Fiscalía General de la Nación habla de más de 32.000 "desapariciones forzadas". Más de 1130 casos nuevos de desapariciones forzadas han sido registrados en los últimos tres años. Aún así, la cifra total sigue sin conocerse. Son muchos los casos que todavía tienen que incluirse en la base de datos y hay muchas desapariciones que no están registradas. Las afirmaciones iniciales que hicieron las asociaciones de familiares de desaparecidos de alrededor de 15.000 desapariciones forzadas, más que ser una exageración, ahora parecen haber subestimado en gran medida el alcance de la tragedia. Las víctimas de desapariciones forzadas de Colombia incluyen a defensores de derechos humanos, sindicalistas, afro-colombianos, indígenas, jóvenes y niñas adolescentes de zonas rurales en conflicto, entre otros. En las décadas de los 70 y 80, muchas víctimas desaparecieron tras ser detenidos por las fuerzas policiales o militares. A las guerrillas también se les atribuyen asesinatos y desapariciones."

"Cuando en la década del 90 se expandió el fenómeno paramilitar, también aumentaron los casos de desapariciones a manos de paramilitares-grupos armados ilegales de derecha que recibían la colaboración de integrantes de las fuerzas armadas de Colombia. Los paramilitares solían destruir los cuerpos de sus víctimas, enterrarlos en fosas comunes o arrojarlos a los ríos. Entre el 2004 y 2005, diferentes organizaciones colombianas de derechos humanos comenzaron a denunciar casos de soldados que detenían personas, que luego eran desaparecidas y que más tarde eran encontradas muertas y registradas como guerrilleros muertos en combate. A 2010, hay más de 3000 casos de ejecuciones de civiles cometidas por las fuerzas armadas que están siendo investigados por la justicia civil. A las desapariciones forzadas se las ha utilizado como una herramienta para controlar comunidades y silenciar el disenso eliminando a los dirigentes de movimientos sociales, organizaciones comunitarias y de la oposición política, e infundiendo miedo entre las familias de las víctimas, comunidades y organizaciones." (...)

 

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