Las cifras de violencia antisindical y las discusiones alrededor de los Tratados de Libre Comercio

Recientemente se publicó un estudio sobre la violencia antisindical en Colombia, realizado por el profesor Daniel Mejía y María José Uribe, de la Universidad de los Andes, que resalta el decrecimiento de los homicidios contra trabajadores sindicalizados en Colombia y señalan que el argumento central que se ha utilizado para obstaculizar las firmas de los TLC en el país es un argumento ideológico que no tiene correlación con la evidencia empírica. Estos autores usan diferentes fuentes de datos para demostrar el descenso en los homicidios contra sindicalistas en años recientes. Primero, observan el descenso en los registros de homicidios de sindicalistas, luego, construyen varias razones (tasas) para fortalecer su argumento. También muestran la evolución de los recursos gubernamentales destinados para la protección de los sindicalistas, así como la cantidad de sindicalistas protegidos por el Gobierno.

Además de observar un descenso, hacen un ejercicio empírico (econométrico) con el propósito de evaluar la siguiente hipótesis: a mayor intensidad de actividades sindicales, más violencia contra sindicalistas. Para esto, los autores usan datos tipo panel (series temporales observadas para varios departamentos), y concluyen que la evidencia estadística proporcionada por el modelo utilizado conduce a rechazar esta hipótesis.

En un principio creímos que se trataba de un interesante debate sobre el tema de la violencia antisindical, pero pronto nos enteramos de que el profesor Mejía y su estudio vienen siendo presentados por la cancillería colombiana en Estados Unidos y Canadá y difundidos ampliamente en Europa. Comprendimos entonces que nos se trataba de un saludable debate, sino de un intento más de desmentir la realidad. Aunque el estudio en apariencia es riguroso por el uso de la estadística, sus supuestos muestran un profundo desconocimiento de la realidad sindical colombiana y sus conclusiones logran ser más ideológicas que las que el estudio dice querer contrarrestar. Por ello creemos necesario señalar algunos errores e impresiones que presenta el estudio.
 
 
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